Estaba muy agradecido de que el abogado Yahoudai estuviera de mi lado durante una de las situaciones más difíciles de mi vida. Cuando el accidente ocurrió el 1 de enero de 2011, estaba muy deprimido al enterarme de que no había testigos presentes para testificar por mí. Siempre he sido un conductor muy cuidadoso, por lo que sufrir un terrible accidente que destrozó por completo mi auto fue realmente devastador para mí. Solo entonces comencé a creer realmente que, a pesar de ser muy cuidadoso, los accidentes aún suceden. Mi hermana estaba en el auto conmigo cuando ocurrió el accidente. Yo estaba bien, excepto por mis dientes frontales astillados y un gran moretón en mi cadera. Sin embargo, lo que le sucedió a mi hermana fue realmente devastador y me causó más tristeza. Pensé que la perdería porque sufrió una grave lesión interna en el cuello y un hematoma, y los médicos pensaron que podría morir. Afortunadamente, recuperó la conciencia, pero tuvo que usar un collarín durante tres meses y retrasar sus estudios como resultado del accidente.
Estaba empezando a perder la esperanza cuando el oficial de policía informó que no se podía determinar quién tenía la culpa, a pesar de que estaba seguro de que hice un giro a la izquierda tan pronto como vi la flecha verde de giro a la izquierda encendida mientras que la otra parte que conducía en dirección opuesta golpeó negligentemente mi auto durante mi giro. Estaba seguro de que tenía el derecho de paso, pero como no había testigos dispuestos a quedarse y testificar, no pude presentar al oficial de policía ninguna evidencia aparte de la evidencia parol o subjetiva. Me tomó algunos meses encontrar al abogado perfecto para representar mi caso hasta que descubrí al abogado Yosi Yahoudai a través del abogado de mi hermana. El abogado Yahoudai resultó ser uno de los mejores abogados del estado, así que no dudé en solicitar su ayuda. Con su gran intelecto combinado con gran sinceridad y compasión por mí como su cliente, pudo ganar mi caso. Estaba realmente abrumado con el resultado. Además, cobra de manera justa y me trata con respeto. Con gusto lo recomendaré como abogado de lesiones personales a aquellos que lo necesiten. Gracias a él, mi esperanza fue renovada. Siempre le estaré agradecido.